“Cada cabeza es un mundo”, es un dicho coloquial de mi papá y se refería particularmente a su experiencia como Ingeniero de Servicio colaborando en distintas industrias de la manufactura, con distintos personas de distintos perfiles profesionales. Este sabio consejo de valorar la personalización, aplicado al campo de la educación virtual, es de suma relevancia. En el ecosistema digital, las necesidades de los estudiantes virtuales varían a mayor escala a diferencia de un salón de clase presencial.
En el salón de clases presencial y formal, la mayoría de los estudiantes coinciden en el rango de edad con una variación en grado de acuerdo a las políticas de la Institución Educativa en la que se encuentran adjuntos. Incluso pueden compartir más que la edad, como la región de origen, el mismo nivel socioeconómico y aspiraciones educativas.
En el salón virtual las circunstancias varían de acuerdo a la metodología que usa la Institución a la que el alumno se encuentra inscrito, recibiendo la instrucción virtual como parte de un programa a distancia, semi-presencial o totalmente virtual de los cuales explicaremos a detalles en futuras entradas de este blog.
El estudiante virtual puede tener una particularidad que lo diferencia completamente del grupo, ya que puede ser un adulto, un atleta deportivo, una actriz de teatro o cine, o incluso una madre de familia.
Todos estos perfiles de estudiantes, a manera generalizada requieren ciertas necesidades similares entre ellos para su desempeño en el aula virtual tales como
- Acceso a la educación
- Flexibilidad de horarios y entregas
- Individualización del aprendizaje
- Que el aula virtual aborde las inteligencias múltiples
- Actividades que se adapten a diferentes tipos de personalidades
- Un ambiente virtual seguro y privado
- Que los cursos a los que se atiende no estén sobre-poblados
- Que la educación esté basada en el estudiante
Estas características son primarias y están formuladas en base a la información del curso de la Certificación del Maestro Virtual de la Universidad de California en Irvine.
La tendencia indica que los estudiantes anteriormente eran receptores pero ahora son parte activa y buscan ser dueños de su educación, es por eso que las necesidades básicas del estudiante virtual necesitan garantizarle un control sobre su educación virtual.